viernes, 30 de marzo de 2007

Miércoles 28 de marzo de 2007

Empieza a caer el sol y busco reparo para contarles lo vivido hoy.
Vuelvo a la noche previa a este campamento volante.
Después de 28 pizzas, y una lista de elementos mínimos de supervivencia colgado por pieza, comenzaron a preparar las mochilas para afrontar la jornada de hoy, el tan ansiado campamento volante.
Mochilas listas y un permiso para ir al lago que no se extendía más allá de las 24 hs... aunque algunitas, que argumentando la falta de reloj aparecieron 00:30 hs. con ganas de encender la luz, lavarse los dientes.... y un NO rotundo se oyó.
Siento la diferencia generacional cuando amanezco SOLA a las 7 hs.
La verdad, paraadisíaco, baño para mí sola y un café con leche totalmente pacífico.
Las nubes aún cobijan los cerros, y el cielo permanece tapado.
Como a las 8 hs. empieza a despejarse.
Para esa hora empezó el movimiento de la tropa, al baño, al comedor, a las piezas, al fútbol y por fin a desayunar.
Después hicimos tiempo, hasta que llegó Jorge, el Director del campamento que traía provisiones, y era el encargado de guiar nuestro camino hasta Hua Hum.
Los sandwiches de milanesa, la chocolatada, las sopitas Knorr, las hamburguesas y las frutas esperaban ser cargadas.
Comida y carpas a la camioneta, la tropa al colectivo y partimos a las 11 hs. al cerro Chachín.
La puntualidad no ha sido nuestro fuerte.
Tras 25 minutos de cole, llegamos al paso Hua Hum y todos a caminar.
Polvo, tierra, piedras y el río Chachín que guiaba nuestro paso.
A las 12:15 hs llegamos a destino, un lugar fantástico, lejos de lo que nos habíamos imaginado.
A la vera de un torrentoso río con lecho de piedras, un espacio despejado protegido por arrayanes y a nuestra espalda un bosque tupido que convenimos en llamar "sector de duchas", ya que este campamento volante con pernocte es 100% natural...
Una hora para armar carpas en grupos de cinco agrupados por voluntades.
El almuerzo se largó a las 13:30 hs. Gigantescos sandwichitos de milanesa, tipo platos voladores, juguito con agua naturalmente pura y manzanas o naranjas.
Obvio que un "plato volador" por caballero generaba desazón en el estómago de los caballeros que negociaban la segunda ronda de sandwiches adjudicados a las chicas ya saciadas.
Y llegaba la siesta cuando a la voz de mando la orden fue: "Vamos al muelle y a la playita" y de nuevo a caminar.
Fotos sobre el muelle que resistió nuestra presencia.
Después de bordear el lago llegamos a una playita con arenas oscuras, eso sí, aguas transparentes y valientes que arremetieron en ellas sin pensarlo demasiado.
Jordán, el primer valiente, y al ver el resto que no se escarchaba, se largaron. Sanson, Leandro P. y los culturistas de 4º, a los que la playa les quedó chica y exploraron formaciones rocosas aledañas.
Por principio, mi nena, María Laura, decidió no llevar su malla, pero el agua llama al agua, y vestida se adentró en el lago, jugo a las salpicaditas y terminó hecha sopa sin posibilidad de recambio de muda... todo un ejemplo por ser mi hija...
De ahí, tras un descanso que nos invitaba a no pararnos más, nuevamente, la voz de mando dijo: " A la cascada Chachín, previo paso por las carpas para buscar abrigos y cámaras"... y empezó una nueva caminata....
Después seguimos... el tiempo nos corre y el colectivo nos deja.
Hasta pronto
Myrta

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1 comentarios:

A las 30 de marzo de 2007, 17:25 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Sigo sin entender como es que pueen postear esto!! Y muy interesante la cosa! Saludos!

 

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