Todo sea por un pollo...

A las 11:30 hs. luego de sepultar la camioneta de Jorge con nuestras cositas, levantamos campamento y emprendimos el regreso a la planta.

El objetivo era arribar al campamento bordeando el lago, por un caminito de 3 km. en una hora y media.

Llegar a Pucará, y allí, en La Angostura, Gilberto nos cruzaría en su embarcación, en varias etapas.

Una meta superior nos inspiró... Enrique nos esperaba "en casa" con pollo al horno con papas.... y así largamos, arriba, abajo, derecha, izquierda, tierra y los pozos ya consabidos estaban en nuestra ruta.

La falta de sueño no nos impidió arribar según lo previsto y disfrutar del pollito, un buen baño y una mejor siesta.

Myrta